Por ELVIA ANDRADE BARAJAS
GENOVA, ITALIA, 07 de agosto de 2023.- Sus aguas parecen de seda o de un verde jade imperial. Se ven tan apacibles, tan en calma, bajo un cielo de nubes blancas con un cálido sol, o una luna flanqueada de estrellas, pero a veces son violentas e implacables. De un oleaje acaba con las esperanzas de migrantes que exponen la vida para llegar a Europa, huyendo de la guerra, la persecución y la pobreza en sus países, principalmente de Medio Oriente y África.
El viento ondula el hiyab y los vestidos largos de las mujeres musulmanas, que los portan orgullosas como si fueran una bandera de fe, mientras caminan por la plaza Caricamento en el Puerto Antiguo de Génova, donde todas las tardes se reúnen decenas de migrantes para platicar o quizá intercambiar experiencias de su aventura.
Muchos de los migrantes que cruzan el mar Mediterráneo, además de arriesgar la vida, sufren discriminación y racismo por parte de algunos sectores de la sociedad, que los estigmatizan como delincuentes, invasores o amenazas para la identidad nacional.
También sufren abuso laboral, falta de atención médica, educación o seguridad social, debido a las barreras administrativas, lingüísticas o culturales, así como explotación de redes del tráfico de personas, tal como ocurre en el norte de México, a diferencia que los que cruzan a Estados Unidos no atraviesan un mar, sino un río, El Bravo.
Génova enfrenta una grave crisis de migración, muy parecida a la que existe entre México y Estados Unidos.
Decenas de migrantes, abandonan todo para cruzar durante días el mar Mediterráneo y el mar Liguria, que es una extensión o división del primero.
La belleza de estos mares ha cautivado e inspirado a pintores como Da Vinci, Miguel Ángel, Salvador Dalí, Pablo Picasso, Federico García Lorca y otros, que en sus tiempos también conocieron la migración impulsada por las guerras, el hambre y las ideologías políticas adversas para los pueblos.
Muchos llegan a las costas italianas, pero otros mueren en el intento y han convertido esta ruta marítima en la más mortal del mundo, sin contar que ha sido escenario de numerosos conflictos bélicos, comerciales y religiosos.
El Puerto Antiguo de Génova es un centro de comercio, transporte y turismo, que conecta a la ciudad con otros países y regiones del mar Mediterráneo, que baña las costas de más de 20 países ribereños, con diferentes lenguas, culturas y religiones, en los que ofrece paisajes paradisiacos con climas secos, calurosos o templados.
En este puerto se entretejen pasado y presente de Génova, uno de los escenarios de la crisis migratoria mundial, y pese a las trágicas muertes que han ocurrido en sus hermosas aguas, no dejan de cruzarlas.
Abandonan sus tierras natales siguiendo el sueño europeo en pequeñas y frágiles embarcaciones, que para muchos terminan siendo sus tumbas, pero sus espíritus quizás impulsan a otros a lograr lo que para ellos fue imposible.
Muchos de los que lograron pisar tierra italiana se reúnen en la Plaza Caricamento en el Puerto Antiguo de Génova, donde se observan familias de migrantes, provenientes del Medio Oriente y Africa, principalmente de Argelia, Túnez, Marruecos, Bangladesh y Costa de Marfil.
Sus risas y voces se escuchan, pero no se les entiende, muchos hablan árabe.
Sólo los marroquís hablan español, pero todos parecen tranquilos y felices, pese a que viven una aguda desigualdad social, ya que llegan sólo con lo que traen puesto y durante años reconstruyen sus vidas desde cero, porque aquí la vida es en euros.
De acuerdo con datos de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), en 2020 llegaron a Italia por mar 34.154 migrantes, de los cuales 1.128 lo hicieron a través del puerto de Génova y en los años siguientes hasta la fecha las cifras son similares.
Tan sólo en 2020 murieron o desaparecieron en el Mediterráneo 1.754 personas, lo que supone una tasa de mortalidad del 1,8%.
Se calcula que en Génova hay un promedio de 30 mil musulmanes, que representan alrededor del 5% de la población de la ciudad, la mayoría son inmigrantes o descendientes de ellos procedentes de Marruecos, Bangladesh, Senegal, Egipto o Albania. También hay algunos conversos al islam de origen italiano.
Algunas de las mezquitas más importantes de Génova son la Mezquita Omar Ibn Al Khattab, la Mezquita Al-Rahma y la Mezquita Al-Huda.
No hay una cifra exacta de cuántos migrantes viven en Génova, ya que muchos de ellos se encuentran en situación irregular y no están registrados por las autoridades.
Pero, según el censo de 2011, la población extranjera residente en Génova era de 57.578 personas, lo que representaba el 9,3% del total de la población. Las principales nacionalidades de los migrantes eran:
- Rumanía: 13.717 personas
Mónica Calvache, vicepresidenta de CONAPE ITALIA, es una inmigrante ecuatoriana y nos cuenta que, inicialmente, el gobierno italiano apoya económicamente a los migrantes con dinero para comida (30 euros diarios), renta y trabajo, mientras resuelven su situación migratoria.
Otra de las ayudas que les da el gobierno es la de transporte gratuito en Metro de 10 de la mañana a las cuatro de la tarde y de las seis de tarde a las ocho de la noche.
También son apoyados por organizaciones humanitarias y de Derechos Humanos.
Nosotros pudimos constatar que esto es real.
Cuando terminó la clausura de la VI Cumbre Internacional de Periodismo CONAPE 2023, en la antigua Iglesia de San Salvatore (El Salvador), de paredes carcomidas por el tiempo y con pinturas de la Pasión de Cristo, Moni nos invitó a comer a un restaurante de comida típica italiana.
En el trayecto recorrimos parte del centro moderno y quedamos maravillados por las construcciones de grandes edificios.
“El pueblo guajolotero” mostraba otra de sus caras: una cosmopolita, moderna que hace honor a su pasado, con edificios de altas columnas y fachadas estilo romano, con iglesias antiguas por doquier.
Estar en Italia es como ir al pasado, y recordar la vida y legado de Leonardo Da Vinci, de Miguel Angel, Maquiavelo, Julio César y muchos otros italianos famosos que perduran en el tiempo y en los libros de Historia Universal.
Entrar al Metro y no pagar pasaje fue una sorpresa. El acceso era libre, nadie vigilaba. Fue una sensación muy extraña. Éramos muchos los que entramos y utilizamos el servicio sin pagar un centavo.
Muy lejos de lo que es la carísima Milán, donde pagamos Uber de 60 euros por un trayecto de 40 minutos, ha, pero eso sí tuvimos el lujo de viajar en Mercedes Benz 2023 y Toyota también del año.
Génova es una ciudad portuaria del norte de Italia, capital de la región de Liguria, parte del Mar Mediterráneo, que se extiende desde la costa francesa hasta la toscana, y baña las regiones italianas de Liguria, Piamonte, Lombardía y Emilia-Romaña. Tiene una superficie de unos 7500 km² y una profundidad máxima de unos 2800 m.
Es un mar relativamente tranquilo, con un clima templado y una rica biodiversidad, de gran importancia para Génova, ya que es el segundo más grande de la Unión Europea y el más activo del Mediterráneo.
Génova está situada en el mar de Liguria, una subdivisión del mar Mediterráneo que limita con Italia, Francia y Mónaco. La Piazza o Plaza Caricamento está frente al Acuario de Génova, es una amplia explanada que se extiende desde el acuario hasta el Palacio San Giorgio, uno de los edificios más antiguos y emblemáticos de la ciudad.
Todo está a unos pasos:
El Acuario de Génova, el más grande de Italia y el tercero más grande de Europa, con más de 600 especies de animales y plantas marinas en 70 tanques.
El Museo del Mar, interactivo, el más grande de su tipo en el Mediterráneo, donde, a través de maquetas, objetos, documentos, galeras, submarinos y multimedia, se conoce la historia marítima de Génova y sus protagonistas, desde los navegantes, como Cristóbal Colón. Cuenta con simuladores, reconstrucciones, exposiciones y actividades para todas las edades.
El Bigo es una estructura metálica inspirada en las grúas portuarias, que funciona como un ascensor panorámico que te ofrece una vista espectacular de 360 grados sobre el puerto y la ciudad. El Biosfera, una esfera transparente que alberga un ecosistema tropical con más de 150 especies de plantas y animales. Es un proyecto ecológico y arquitectónico para sensibilizar sobre la importancia de la biodiversidad y el medio ambiente.
La principal plaza de Génova es la Ferrari, en el centro de la Ciudad, entre el Centro Histórico y el Centro Moderno rodeada de edificios y palacios históricos, como el Palacio Ducal, el Teatro Carlo Felice, la Academia de Bellas Artes de Liguria, el edificio de la bolsa y el Palacio de Raffaele De Ferrari, duque de Galliera, a quien está dedicada la plaza.
En esta Plaza se levanta el Arco del Triunfo, en referencia al descubrimiento de América de Cristóbal Colón.
Aquí hay una gran fuente circular cuyas aguas danzan imparables, emanando una brisa sinigual que aprovechamos los participantes de la VI Cumbre de Periodismo CONAPE 2023 para tomarnos la última foto de este hermoso viaje, que terminó en una pizzería del Puerto genovés.De aquí cada uno siguió su ruta. Unos se fueron a Roma, otros a Grecia.
Yo me quede en Génova. Quería conocerlo un poco más.Moni me invitó a comer en un restaurante muy grato, a la orilla del mar Liguria, en la parte más alta de Génova, desde donde se apreciaban más las casas de colores con balcones adornados por flores y plantas que llegaban, en algunos casos, hasta tocar las rocas del mar.
En el Acuario es una gran experiencia ver de cerca tiburones, delfines y medusas de varios colores, pero el miedo, en lo personal, a tener la sensación de estar en las profundadas aguas del mar, me obligaron a entrar y salir rápidamente. Un videíto, unas cuantas fotos y bye.
El Acuario está en la Piazza Caricamento, construida en el siglo XIX sobre el antiguo muelle de carga del puerto, esta rodeada de restaurantes muy amenos, gente de todas las culturas, hay muchos hoteles, conecta con el viejo y el moderno Centro Histórico.
Las altas y verdes palmeras son rodeadas por bancas mirando hacia el mar, mientras las gaviotas revolotean entre los barcos y la gente, que disfruta de este bello lugar, al que fui a despedirme para viajar hacia a Paris.
La distancia entre Génova y París es de unos 703 km en línea recta, pero depende del medio de transporte que elijas, puede variar el tiempo y el recorrido que hagas.
En carro haces poco más de nueve horas, en avión más de dos horas y en tren 11 horas; pero tambien te puedes ir en tren de Génova a Milán, haces una hora, y de ahí, una hora en avión a París.
Este último trayecto fue el que tomé, para conocer el tren italiano y sus paisajes.
A lo largo de muchos kilómetros sólo hay pasto, mucha vegetación y un cielo muy limpio; de vez en vez una pequeña población o una casa de teja roja en medio de hectáreas de campo verde, lo que me recordó que en Italia hay muchas poblaciones, aldeas, villas y castillos abandonados, como ocurre en Calabria, donde sólo vive una mujer y su empleado, un inmigrante.
La estación en Milán es todo un espectáculo digno de describir: es tan antiguo que te evoca a la película de Harry Poter, con grandes relojes, varios trenes modernos y mucha gente dirigiéndose a diferentes puntos.
El mío es Paris, la ciudad de luz.
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